miércoles, 3 de noviembre de 2010

Obejetivos:
Alguno de los objetivos  de la etapa de educación infantil son:
a) Conocer algunas manifestaciones culturales de su entorno, mostrando actitudes de respeto, interés y participación hacia ellas.
b) Representar y evocar aspectos diversos de la realidad vividos, conocidos o imaginados y expresarlos mediante las posibilidades simbólicas que ofrecen el juego y otras formas de representación y expresión.
c) Enriquecer y diversificar sus posibilidades expresivas mediante la utilización de los recursos y medios a su alcance, así como apreciar diferentes manifestaciones artísticas propias de su edad.
d) (Del primer ciclo de educación infantil 0-3 años): Descubrir diferentes formas de comunicación y representación, utilizando sus técnicas y recursos más básicos, y disfrutar con ellas.

La Finalidad:
El periodo de educación infantil es ante todo, desde el punto de vista educativo, plenamente receptivo por lo que debemos aprovechar todas las posibilidades para estimular y motivar al niño y a la niña y desarrollar su potencial de aprendizaje.
La educación musical, en la etapa infantil, se sitúa dentro del área de Comunicación y Representación. Con la música se pretende que el niño y la niña disfruten de la actividad a la vez que fomente su capacidad de expresión y comunicación. Al mismo tiempo irá conociendo, por medio de la música, las manifestaciones culturales y tradiciones de su entorno.

El material que adjuntamos pretende ser algo más que "un cancionero". Es el medio de poner al niño/a en actitud receptiva ante la expresión musical y sobre todo es una buen recurso para permanecer un tiempo junto con nuestros alumnos compartiendo con ellos una actividad que les entusiasma. 
No sólo porque les guste creemos conveniente trabajar en la escuela y en casa la expresión musical, los objetivos que se pretende con ello son mucho más amplios y coherentes con una educación integral del niño y la niña. 




Leonardo Fontecilla, música y versos infantiles
"A los niños no hay que subestimarlos"
30/10/2010

Este músico presenta en la Feria del Libro de Santiago su disco Estrellamar, basado en versos de Efraín Barquero, Premio Nacional de Literatura en 2008. "Sin contar lo que hizo Mazapán, que también tuvo su programa de televisión, son muy pocos los grupos que enriquecen el repertorio infantil", dice Fontecilla.
David Ponce






Así es el disco Estrellamar


y, este es el grupo




El libro fue escrito hace cuarenta y cinco años: "Poemas infantiles" (1965) es el séptimo volumen publicado por el poeta chileno por Efraín Barquero. Y el disco acaba de aparecer hace algunos meses, con esos versos para niños transformados en canciones por el compositor Leonardo Fontecilla y bajo el título de Estrellamar (2010), una de las palabras acuñadas por Barquero como título para un encuentro entre poesía, música e ilustración.

"Música de Leonardo Fontecilla, poemas de Efraín Barquero, ilustraciones de Sole Poirot" son de hecho los subtítulos de Estrellamar, un trabajo publicado por la editorial Lumen que consiste en un disco y un libro ilustrado, y que será presentada este domingo 31 de octubre en la Feria Internacional del Libro de Santiago (ver recuadro). Barquero, ganador del Premio Nacional de Literatura en 2008, vive hoy entre Chile y Francia, donde permaneció durante su exilio, y fue la propia Sole Poirot, autora de las ilustraciones, la que mostró su libro a Fontecilla, según recuerda este último.
-Sole (Poirot) compartió conmigo un ejemplar de los "Poemas infantiles", un tesoro de niñez, original de la primera y única edición publicada en 1965 -dice el músico, quien hasta este año era integrante del grupo de fusión Bombyx Mori y ahora, tras la grabación de Estrellamar, encabeza a un nuevo grupo, Barbarroja, para mostrar en vivo su nuevo repertorio para niños-. Fui descubriendo su imaginación, su memoria y su lenguaje honesto. Personalmente me atrae mucho de su poesía la mezcla de juego y profundidad, la metáfora lúcida y el asombro hacia lo más sencillo de la experiencia.

-¿Cómo fueron elegidos los poemas? -Cada poema fue seleccionado del libro según varias condiciones. En primer lugar por la conexión del poema con mi propia experiencia y sensibilidad. El segundo criterio tuvo que ver más con la musicalidad del verso; hay poemas que casi se musicalizaron solos, por la cadencia propia del poema, y en otros hubo que buscar formas distintas, ir haciendo música sobre cada palabra.

-Algunos de estos poemas hablan de zorzales o de tepa, ulmo, choroy, que son árboles y pájaros silvestres chilenos. ¿Tuvo que ver en la elección esa relación con la naturaleza?-Claro que sí, ahí está justamente la conexión de los poemas con mi propia experiencia; las papas, los terneros, el mar…

-Y al final hasta pusieron un glosario con palabras como "doncel", "fanal" o "bajel". ¿También hay una intención de usar palabras desconocidas, de darlas a conocer?-Eso habría que preguntárselo al poeta. La riqueza de vocabulario es algo que siempre debemos agradecer a los literatos. El glosario fue idea de Sole para hacer el disco más accesible y cercano a toda la gente.

-Barquero está en los agradecimientos del disco. ¿Cuál fue su participación en el disco, si hubo alguna? ¿Escuchó el disco, qué le parecieron las versiones?-Los poemas son la inspiración inicial, y de esa creación surgieron nuevas creaciones, ilustración y música. El disco ya se lo hemos mandado a Francia pero no sabemos si le ha llegado. Si bien para efectos de este proyecto Barquero no participó directamente, su generosa entrega hizo posible la publicación de este trabajo, por eso está en los agradecimientos.

De Velvet Underground a Gatti para niños
Fontecilla ha dicho que Estrellamar tiene que ver también con una conexión con la música que él mismo escuchó mientras crecía, y que no necesariamente era "música infantil". "Cuando yo era niño no había mucha música infantil", recuerda. "Cuando apareció Mazapán yo ya estaba grande, pero en mi casa había otras músicas que si bien no eran canciones infantiles construyeron mi gusto musical".

-¿Cuáles?-Ahí estaban Cat Stevens, Jethro Tull, Eduardo Gatti, Congreso, Velvet Underground, The Beatles, etcétera. Un buen cocktail en donde (las canciones) "Moonshadow", de Cat Stevens, o "Sunday morning", de los Velvet, para mí eran canciones infantiles perfectas.

-Las canciones del disco son bien elaborada en cuanto a las armonías, los arreglos. ¿Es difícil conjugar esas "complejidades" con la idea de que fuera "música para niños", que se supone que tiene que ser simple, fácil? ¿Hay un mito ahí con la música infantil?-En mi experiencia como profesor de música en colegios y también como papá, creo que los niños son mucho más sensibles a la música de lo que comúnmente se piensa. Ellos aceptan sin problemas un acorde impredecible, incluso una disonancia o un ritmo complejo. Tengo la convicción de que a los niños no hay que subestimarlos, hay que darles música hecha con cuidado, con amor, hay que ser más propositivos. Con Estrellamar sólo quiero dejar mi propuesta dentro del abanico de expresiones que son consideradas "para niños", y hacer un repertorio infantil que también sea del agrado de los adultos, que no los aleje y con eso lograr que la música sea un espacio de integración entre padres e hijos.

-A propósito de eso, también has hablado de la idea de "salir de los paradigmas estéticos a que han sido sometidos los niños por décadas". ¿Cómo definirías esos paradigmas?-En Chile veo que suceden dos cosas. Por un lado el "mercado" de la música infantil presenta muy poca diversidad, en su mayoría es música de programas extranjeros de televisión por cable. Por otro lado veo una creación nacional discontinua. Sin contar lo que hizo Mazapán, que también tuvo su programa de televisión, son muy pocos los grupos que enriquecen el repertorio infantil, que hacen conciertos y se mantienen en actividad. De vez en cuando salen discos para niños cuya estética no comparto en absoluto: trompetas hechas con teclado, cantantes hablando como niños hiperventilados, pequitas pintadas en la cara y colores chillones. La mayoría de los papás no puede seleccionar, acepta sin cuestionamientos y le da eso a sus hijos. Los padres deberían preguntarse y no dar a sus hijos algo sólo porque dice que es "para niños".

-¿Qué importancia tiene el trabajo de ilustración de Sole Poirot en el disco?-Las ilustraciones de Sole son fundamentales. Creo que el proyecto está compuesto por tres partes iguales (con el permiso de don Efraín): poesía, ilustración y música. Considero que el trabajo de Sole Poirot es muy elegante e imaginativo, sabe captar la profundidad del poema y el color de la música en ilustraciones muy lúcidas. Ella sintetiza ideas complejas, compacta un mundo poético y lo resuelve en imágenes muy sencillas, en trazos seguros. Sole estuvo presente en todo el proceso de creación de las canciones, fue parte del proceso creativo, de los arreglos y de los ensayos con los músicos. Esta forma de involucrarse generó ilustraciones muy consecuentes con la poesía, la música y la propuesta estética en general.

Viviana, Josefina, Marcela y el sonido
Siete músicos fueron convocados por Fontecilla para la grabación de Estrellamar: Daniel Bertsch, Viviana Scacchi, Marcela Quezada, Jorge Sacaan, Juan Pablo Orrego, Josefina Muñoz y Marco Castro. Todos salvo Marcela Quezada han continuado con el grupo y han saltado con él al escenario, bajo el nombre de Barbarroja.

-Hay tres voces de mujeres en el disco, Josefina Muñoz, Viviana Scacchi y Marcela Quezada. ¿Cómo describirías lo que cada una de ellas suma al sonido del disco? ¿Y cómo elegiste a cuál poner en qué canciones?-Las tres cantantes son bien distintas y cada una tiene un presencia propia que da vida diferente a las canciones. Me atraía la idea de que cada canción fuera un mundo distinto y creo que la voz que personifica el poema es lo que marca la diferencia. Josefina (Muñoz) tiene una voz cálida y cercana, Viviana (Scacchi) tiene una voz gruesa y un timbre muy particular que me acerca a la naturaleza, Marcela (Quezada) tiene una voz dulce, es casi un susurro.

-¿Cómo es ser el compositor de la música de Estrellamar pero que otros sean los cantantes? -Si yo cantara bien probablemente hubiera participado más en el canto, pero la verdad es que nunca me ha gustado mi voz y admiro a los que pueden comunicar una idea musical cantando. Ser el "compositor" me gusta, es lo que mejor me queda, conceptualizar, diseñar sonido, hacer arreglos, componer y, por supuesto, ser yo quien elija las voces.

-¿Crees que hay una continuidad con la música que hiciste en Bombyx Mori?-Este proyecto en rigor no tiene nada que ver con Bombyx Mori, aunque mucha gente me ha dicho que podría sonar a un Bombyx infantil. Yo dejé Bombyx Mori en mayo de este año pero sigo manteniendo una profunda amistad con la banda, de hecho dentro de los músicos convocados a participar del disco Estrellamar están Juan Pablo Orrego y Marco Castro (también conocido como Ciriaco Pescador), los dos músicos que fundaron conmigo Bombyx Mori.

Fontecilla y su grupo ya han presentado el disco en lugares como el Centro Gabriela Mistral, la librería Leo y Lola, y se disponen ahora a hacerlo en la Feria Internacional del Libro de Santiago y el Café Literario de la cale Bustamente, en la comuna santiaguina de Providencia. "Serán conciertos con características similares, en lugares públicos con ruido y actividad alrededor, los niños podrán acercarse y tocar con nosotros, bailar y compartir la poesía de Barquero con todad la familia".
El músico también tiene entre sus planes lo que llama un "disco de música electrónica minimalista", titulado Música para imaginar, que espera llebar en 2011 al festival Sónar Kids celebrado en Barcelona. "La música electrónica infantil es una corriente que no conozco en Chile, pero en otros países sí existe", dice. "Tanto así que se ha incorporado este género dentro de los más importantes festivales de música independiente, como Sónar Kids, dentro de Sónar, y Minimúsica, dentro de Primavera Sound, en Barcelona. En todo caso, es una apuesta que recién estoy conceptualizando con maquetas y experimentos, aún no sé si trabajaré splo o con más músicos. La idea me entusiasma, por lo mismo quiero hacerla cuidadosamente y en el marco de una investigación profunda".

fuente: http://www.lamusica.emol.com

Mazapan

El lugar común de designar a Mazapán como un conjunto de música infantil no es sólo un lugar común, sino una imprecisión. Mazapán es un grupo que lo mismo ha tocado música antigua, pop, folclor, rock y hasta se ha internado en el método de la composición contemporánea para armar una de las discografías más ricas de la música reciente en Chile, destinada a los niños, pero también a cualquiera que sea capaz de conmoverse con armonías y melodías.
Formado en 1979 por siete estudiantes de diversas disciplinas musicales, el grupo se ha mantenido activo sin pausas hasta la fecha. Fue la cuna de la carrera como solista de la cantante Cecilia Echenique y tiene inscrito en la memoria colectiva de generaciones el recuerdo de canciones inconfundibles como "La vaquita loca" (1980) y "Una cuncuna" (1981), además de los motivos religiosos y navideños de los recientes discos Canta aleluya alelú (2003) y Los juguetes del niño Jesús (2004). Sus actuales seis integrantes son todas fundadoras del grupo: María de la Luz Lulú Corcuera, Michelle Salazar, Verónica Prieto, Cecilia Álamos, Victoria Carvallo y Carmen Lavanchy, directora de Mazapán.

Los inicios: sentadas y con atriles
El repertorio de canciones infantiles de la autora Clara Solovera y los discos de la cantante Charo Cofré son lo más destacado entre los escasos antecedentes de música para niños disponibles en Chile hasta antes de la formación de Mazapán, en 1979.

–Te recuerdo que no había nada –pone en contexto Lulú Corcuera–. Yo fui la primera (integrante del grupo) en tener hijos, y en la época a las niñitas uno les cantaba "Los pollitos dicen", el "Caballito blanco", "Alicia va en el coche" y punto, no había más.

El primer núcleo del grupo data del año anterior, concentrado en el cuarteto de flautas y viola que en 1978 formaron Carmen Lavanchy, Cecilia Echenique, Michelle Salazar y Cecilia Álamos bajo el nombre de Cuarteto Fontegara, para tocar música antigua y dar charlas sobre historia de la música en colegios. En 1979 Carmen Lavanchy era una alumna aventajada en el Instituto de Música de la Universidad Católica. En su rol de ayudante hizo clases a varias de sus compañeras y ese año dio forma a la alineación definitiva del grupo, al sumar a Lulú Corcuera, Verónica Prieto y Victoria Carvallo.

–Los primeros recitales del Mazapán eran bien divertidos, porque eran dos o tres canciones infantiles y todo lo demás era música bien seria. Bien cómico –explica Cecilia Álamos. "Súper concentradas, sentadas, nadie se movía. Parecíamos estatuas. Creo que fue en (una presentación en) la Corporación Cultural de las Condes cuando nos paramos por primera vez. Claro, porque éramos músicas serias", coincide Michelle Salazar, y Verónica Prieto atribuye al compositor Carlos Botto, invitado a una de esas funciones, la sugerencia de dejar de usar atriles. Al año siguiente grabaron su primer disco, Cuento y canciones infantiles (1980), con una mayoría de canciones de Carmen Lavanchy.

–En un principio la idea era más jerárquica. Las junté, tenía unas canciones y ahí surgió el primer disco. Después de a poco cada una fue sacando y aportando más –recuerda la directora. Desde sus inicios empezó también una época de popularidad singular para Mazapán, en conciertos y sobre todo gracias a la exposición diaria en TV que tuvieron con su programa "Masamigos", emitido primero por Teleonce y luego por Televisión Nacional, con los que marcaron a más de una generación de niños chilenos.

fuente: http://www.musicapopular.cl

Discografía

Discos originales: